El Mini Cooper necesita anticongelante, también conocido refrigerante, para evitar que el motor se congele durante el invierno. Este también evita que el motor se sobrecaliente. El tipo de refrigerante que debes usar para tu Mini Cooper es una mezcla 50/50, el 50 por ciento de anticongelante y un 50 por ciento de agua. Si el anticongelante tiene más de 3 años de antigüedad, desecha el líquido viejo y compra un contenedor fresco.

Espera 10 a 15 minutos hasta que el motor se enfríe. Puedes identificar si el motor está caliente mirando el indicador de temperatura ubicado en el panel de instrumentos. El humo proveniente del motor es otro indicador de que está caliente.

Abre el capó (cubierta), del Mini Cooper. La primer palanca de liberación del capó se encuentra debajo del panel de instrumentos del lado del pasajero. Tira de éste para desajustar el capó. Extiéndete por debajo del capó y tira de la segunda palanca de liberación para que éste se abra completamente.

Ubica el tanque del refrigerante. En lugar de estar situado en la parte frontal, cerca del radiador, en realidad está ubicado en el centro de la parte posterior del motor.

Retira lentamente la tapa del depósito del líquido refrigerante. Al quitar la tapa lentamente, estás permitiendo que la presión acumulada se escape. Si el depósito del refrigerante tiene una "Cooper S", la tapa se desenroscará. De lo contrario, podrás tirar de ella para sacarla.

Vierte el líquido refrigerante lentamente en el tanque que contiene este líquido. Llena el tanque hasta que el nivel del líquido alcance la marca "Max". Esta marca indica la cantidad máxima de líquido que debes agregar. Hay también una marca "Min" que indica la mínima cantidad de refrigerante que siempre debe tener el tanque.

Vuelve a colocar el tapón del depósito del líquido refrigerante y ajústalo bien. Cierra el capó.