La junta de admisión del colector de los automóviles funciona como un pasaje para enrutar el combustible atomizado en los cilindros para la combustión. El colector de admisión requiere una junta para sellar el colector contra la cabeza del cilindro. En los motores de tipo V que se atronillan y se sellan directamente a la cabeza, una junta de fibra o fibras metálicas hacen un sellado al vacío resistente a los líquidos. Estos tipos de motores tienen pasos de agua, que van típicamente desde la parte delantera y trasera del colector de admisión que circula el refrigerante. Bajo ciertas circunstancias, el agua puede entrar en el cárter de aceite, como resultado de una junta del colector de admisión defectuosa.

Localización y diseño de la junta de admisión

En los motores de tipo V, los colectores de admisión son de aluminio fundido, hierro y, en algunos casos, de plástico. Se sientan directamente en la mitad del motor entre las cabezas. El colector tiene dos superficies de acoplamiento en ángulo, una para cada banco de cabeza. Grandes pernos deben estar debidamente apretados a las especificaciones para conectar y sellar el colector de admisión a la culata del cilindro. La junta del colector de admisión tiene conductos de agua trasera y delantera, que unen el colector con la cabeza, para permitir que el refrigerante fluya y enfríe la culata del cilindro, así como a las grandes aberturas de los puertos de combustible y a los orificios de los pernos.

Síntomas del agua en aceite de una junta de colector de admisión defectuosa

Una junta del colector de admisión defectuosa se muestra por el estado del aceite del motor cuando se revisa con una varilla. Si el vehículo tiene una fuga de aceite, el aceite también aparecerá alterado en color y textura. El aceite contaminado con agua se verá de color marrón claro y presentará una textura espumosa o cremosa como la consistencia de un batido. La textura espumosa se produce por la agitación y el aire en el aceite. El aceite no necesariamente entrará en el sistema de refrigeración con una junta del colector de admisión defectuosa.

Las razones para el fallo de la junta

Las juntas del colector de admisión están diseñadas para aplastar a la torsión aplicada a éstas entre la cabeza y el colector, formando un sello. Las fluctuaciones de temperatura durante el calentamiento y el enfriamiento constante del motor pueden deformar la superficie de contacto del distribuidor y permitir una fuga en la junta. El tiempo puede causar el deterioro eventual del material de la junta, lo que permite una fractura o rotura. Un sobrecalentamiento severo del motor puede deformar el colector o la cabeza, causando fugas, así como la quema del material de la junta. La corrosión y el óxido en un paso de agua puede debilitar y desintegrar el material de la junta.

Ubicación de la falla de la junta

Los motores que tienen un sello a la cabeza de una pieza en el colector sin un levantador para la cubierta tendrán una fuga en el borde interior de la junta cerca de la vía del refrigerante. El refrigerante pasará por alto el sello de las juntas y se fugará hacia el levantador. El refrigerante se procederá a caer en el cárter de aceite y se acumulará allí. Algunos modelos de vehículos no tienen ese pasaje, o tendrán un levantador sellado por una tapa separada.

Consecuencias del fallo de una junta

Cuando la junta del colector de admisión se rompe y permite que el refrigerante se mezcle con el aceite del motor, el aceite se diluye y pierde su viscosidad. Dependiendo de la gravedad de la fuga, el motor podría recalentarse. El nivel del refrigerante del depósito del radiador se reducirá notablemente. El agua contaminada con aceite elevará la temperatura del motor a través del aumento de la fricción. Las bielas, los cojinetes del cigüeñal, los cojinetes del árbol de levas, balancines y los ejes del tren de válvulas, los vástagos de válvulas y otros componentes metálicos grandes empezarán a fallar. El agua contaminada con aceite conducirá a la rotura eventual de los componentes principales del motor.