El Mazda 6 es un automóvil de tamaño mediano y precio razonable fabricado desde 2002. Como la mayoría de los vehículos modernos, viene con una amplia gama de características de seguridad. Todo el mundo está familiarizado con elementos como cinturones de seguridad, bolsas de aire y zonas de deformación, pero muchos pasan por alto una de las características de seguridad más importantes de un automóvil: sus luces delanteras. Si las luces no están alineadas de forma adecuada, podrías experimentar malas condiciones de conducción nocturna, u otros autos podrían no verte o incluso segarte por luces que brillan demasiado. Afortunadamente, las luces delanteras de un Mazda pueden ser ajustadas con facilidad de forma casera.

Estaciona el Mazda 6 a un pie de distancia de grandes paredes o puertas de cocheras. Necesitarás 25 pies de espacio para trabajar; el piso debería estar nivelado para poder alinear de forma precisa la viga.

Marca la pared con la cinta de pintor a lo largo de los puntos del eje de las luces. Primero coloca un pedazo de cinta de forma horizontal a través de la pared, desde el centro de la luz lateral del lado del conductor, hasta el centro de la luz del lado del pasajero. Coloca una pequeña cinta vertical directamente frente a cada luz. Esto creará dos ojos de buey con forma de cruces para apuntar.

Retrocede 25 pies el Mazda 6 y enciende las luces delanteras. Determina qué debes ajustar fijándote en qué lugar de la pared se refleja cada luz. Ambas deberían apuntar 2 pulgadas por debajo de las cintas horizontales. El lado del pasajero también debería apuntar directamente sobre la cinta vertical que tiene delante de él. El lado del conductor debería apuntar 2 pulgadas hacia la derecha evitando cegar al tráfico que se acerca.

Abre el capó y ubica los tornillos de ajuste. Los encontrarás en el centro superior y centro lateral del ensamble de luces delanteras. Estos dos tornillos controlan las direcciones horizontales y verticales de las luces. Utiliza un destornillador común para ajustar cada uno de ellos hasta que las luces apunten a la marca deseada en la pared. Cierra el capó.