Para muchos, transportar gasolina adicional en un vehículo puede parecer una medida de seguridad inteligente, ya que nunca tendrás que preocuparte por quedarte sin combustible, si lo llevas contigo. Sin embargo, llevar gasolina en un auto puede ser potencialmente peligroso. De acuerdo con la Base de Datos Nacional de Seguridad, una taza de gasolina puede producir suficientes vapores explosivos como cinco kilos de dinamita. El combustible que se almacena o se transporta incorrectamente, puede provocar lesiones extremas, y si no puedes seguir todas las precauciones establecidos por la Base de Datos Nacional de Seguridad, no deberías transportar gasolina en tu auto.

Guarda la gasolina solamente en contenedores aprobados para el transporte de gasolina, como el Underwriters Laboratories (UL) o Factory Mutual (FM). Muchas empresas producen envases especialmente diseñados para el transporte de gasolina o combustible diésel. No utilices ningún otro recipiente.

Llena el recipiente con gasolina sólo hasta la mitad. La revista Popular Mechanics sugiere que un contenedor de 1 galón (3,7 litros) sólo se puede llenar con 8/10 (3 litros) y un contenedor de 5 galones (19 litros) con sólo 4 ½ galones (17 litros). La gasolina y sus vapores se expandirán con los cambios de temperatura y debe tener espacio en el contenedor para hacerlo.

Asegura el contenedor en un área del coche donde no pueda rodar o darse vuelta. Un portaequipajes permitirá el almacenamiento en posición vertical y segura en un área bien ventilada. Si debes almacenarlo en el interior del coche, átalo firmemente en su lugar para que no se pueda mover. Gira la lata para que la válvula de escape mire hacia la parte trasera del coche, de lo contrario, una parada repentina puede causar que la gasolina se escape. El baúl de un vehículo no es un buen lugar para trasladar gasolina, ya que los gases ventilados se pueden acumular.

Abre una ventana cerca del contenedor de gasolina si vas a almacenarlo dentro del auto para permitir la ventilación de humos potenciales.