Si acabas de comprar un automóvil nuevo o tienes intención de comprar uno, a la larga, vas a agradecértelo si manejas muy cuidadosa las primeras 500 millas (804,5 km). Con el tiempo, el motor de los automóviles desarrollan capas protectoras de aceite y lubricante sobre partes esenciales. Los motores nuevos no tienen estas capas y son extremadamente vulnerables al desgaste acelerado y al deterioro. Puede ser difícil cumplir con estas reglas, pero conducir suave y cuidadosamente las primeras semanas rendirá sus frutos. Todos los pasos que se indican a continuación deben ser seguidos con el odómetro de tu automóvil nuevo durante las primeras 500 millas; después de eso, la capa protectora de aceite y lubricante debería hacer su función.

Evita dejar el automóvil con el motor encendido. Está bien tenerlo así mientras estás esperando en un semáforo o incluso en el carril del autoservicio, pero no lo dejes así durante más de unos minutos. Si estás en un embotellamiento importante y ves que no te moverás por algún tiempo, apaga el motor mientras esperas a que el tráfico comience a moverse otra vez. Las bombas de aceite del motor apenas funcionan cuando el mismo no está en movimiento, y dado que los componentes de un motor nuevo están muy limpios, se secarán muy rápidamente.

Mantén el velocímetro en 50 mph (80,5 kph). Esta puede ser la regla más difícil de cumplir, pero vale la pena seguirla desde un inicio y salir más temprano en tus viajes largos. A velocidades más altas, desgastarás rápidamente un motor nuevo y limpio.

Varía la velocidad tantas veces como sea posible. No hagas esto a expensas de conducir a velocidades peligrosas, sino que cuando tengas la oportunidad de hacerlo, trata de viajar a un diverso rango de velocidades entre 15 y 50 mph (24,1 y 80,5 kph).

Evita las frenadas y las aceleraciónes bruscas. Una vez más, la seguridad debe ser siempre lo primero, y no debes dudar en pisar a fondo el acelerador ni los frenos si es necesario para evitar un accidente. Pero el resto del tiempo, acelera muy despacio y date mucho tiempo para frenar.

Evita la grava y los caminos con tierra. Conducir en estas superficies levanta polvo y otras partículas pequeñas que pueden pasar a través del filtro de aire y meterse en el motor, donde actúan como abrasivos dañinos. Además, dado que tus neumáticos no tienen un buen agarre en estas superficies, el motor tiene que trabajar más de lo normal para mantenerse andando a velocidades más bajas. Esto, al igual que cualquier esfuerzo innecesario del motor, debe evitarse durante las primeras 500 millas (804,5 km).

Intenta evitar los viajes cortos. Toma varios minutos y kilómetros hasta que el aceite se distribuya bien por todas las partes del motor. Cuando hagas un viaje así, algunas de esas partes no recibirán nada de aceite y se gastarán rápidamente.

Planifica un viaje por carretera tan pronto como tengas tu automóvil nuevo. Esas críticas 500 millas (804,5 km) no tienen que ser repartidas a lo largo de varias semanas, por lo que puedes realizar un viaje de ida y vuelta de al menos 500 millas y hacerlo todo de una vez.

Advertencias

Vale la pena repetir lo siguiente: no dejes que estos consejos sobre el desgaste lento del motor cambie tu forma segura de conducir. La seguridad siempre debe ser lo primero, aún a costa del rápido desgaste de un motor nuevo.