Los frenos comienzan funcionando bien, pero a medida que pasa el tiempo, generalmente comienzan a fallar cuando las pastillas y los rotores empiezan a gastarse. El reemplazo de las pastillas puede ser obvio pero muchas veces los rotores también deberán ser reemplazados. A medida que pastillas y rotores se frotan a lo largo del tiempo, se desarrollan surcos. Esto está bien, porque los surcos de las pastillas combinan con los de los rotores. El problema ocurre cuando se colocan nuevas pastillas y los surcos ya no combinan con su superficie suave.

Cambiar los rotores suena más complicado de lo que realmente es y los que tienes en tu Ford Explorer pueden ser reemplazados en unas horas por un mecánico casero de nivel medio.

Eleva el automóvil usando un gato de piso y soporta su peso usando soportes para gato. Lee el manual de usuario para encontrar los puntos específicos para los soportes. Asegúrate de que esté en modo de estacionamiento y el freno de emergencia colocado. Acuña las ruedas opuestas para asegurar que el vehículo no se mueva. Utilizando una llanta de hierro sobre un juego de enchufes, quita las tuercas de las ruedas elevadas por el gato. Deja los neumáticos a un lado y deslízalos debajo del marco elevado. Esto les permitirá actuar como un freno de último minuto en caso de que se caiga el soporte.

Abre el capó y el depósito de relleno en donde normalmente colocarías el fluido del freno. Usando una jeringa para pavo o un dispositivo similar, quita alrededor de 1/3 del contenido del depósito y deja abierta la cubierta. Esto le dará espacio para expansión pues el fluido retrocederá en el recipiente cuando se comprima la pinza de freno. Almacena el fluido en un recipiente limpio para que pueda ser reutilizado para llenar el depósito una vez que hayas terminado el proceso.

Coloca una abrazadera C alrededor de la pinza de freno de forma que haga contacto con ambos lados de la misma. Ajusta la abrazadera a mano, hasta que no puedas presionar más. Esto será suficiente para comprimir la pinza de freno y fijarla en su lugar, liberándola para remoción. En este punto, puedes aflojar la abrazadera y dejarla a un lado. Examina la pinza y verás varios tornillos que lo sostienen en su lugar. Quítalos y podrás deslizar la pinza hacia afuera. Ten cuidado en este punto, pues la línea de freno aún está unida. Cuidadosamente déjala a un lado, controlando que no se perturbe la línea de freno aún conectada.

El rotor ahora está libre para quitarlo. Si ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo cambiaste, podría estar un poco oxidado en el centro de tu Explorer. De ser el caso, golpéalo suavemente por detrás usando un martillo de goma hasta que esté libre y puedas quitarlo. Deja los rotores a un lado y reemplázalos con nuevos. Éstos se deslizarán en su lugar de la misma forma que los viejos salieron. Rocía ambos lados del rotor con un limpiador para frenos. Esto te asegurará de que no queden aceites que puedan evitar que los frenos de desempeñen correctamente.

Desliza el sistema de pinza del freno nuevamente en su lugar en donde rodee el rotor, siendo nuevamente cuidadoso con la línea de freno. Inserta los tornillos en la pinza y ajústalos hasta donde sea posible. Vuelve a colocar las ruedas y ajusta sus tuercas en su lugar. Coloca el fluido del freno otra vez en el depósito y lleva al Explorer a dar una vuelta a la manzana para asegurarte de que todo funciona correctamente. Prueba los frenos varias veces antes de partir.

Consejos

Repite estos pasos en los otros rotores que tengan que ser reemplazados.

Es una buena idea reemplazar las pastillas al mismo tiempo que los rotores son cambiados.

Advertencias

Ten cuidado de no doblar, pinchar o desconectar la linea de freno.