Si estás acostumbrado a manejar con una transmisión automática, puede ser desalentador cambiar a una manual. Sin embargo, una transmisión manual te fuerza a enfocarte más en tu manejo, te da más control sobre tu velocidad y puedes mejorar tu combustible por kilometraje. Muchos también disfrutan más manejando una transmisión manual. Manejar una de estas es cuestión de sincronizar cuando presionas el pedal del embrague, cuando realizas el cambio con la palanca y cuando aceleras o desaceleras al cambiar velocidades.

Presiona el pedal del embrague hasta el piso y mueve la palanca de los cambios a la posición de neutral. Esta es el área entre las diferentes velocidades. Trata de mover la palanca de los cambios de lado a lado para ver si estás en neutral o no. Si se mueve, entonces estas en neutral.

Gira la llave de la ignición con tu pie en los frenos.

Mueve la palanca de los cambios completamente a la izquierda.

Presiona el pedal del embrague hasta abajo y mueve la palanca hacia adelante. Ahora estás en la primera marcha.

Lentamente, libera el pedal del embrague hasta que lo sientas que "engancha". Vas a oír y sentir cuando el motor comienza a funcionar un poco diferente. Una vez que esto pasa, comienza a presionar el acelerador al mismo tiempo que comienzas a liberar el pedal del embrague.

Una vez que alcances 2500 rpm (esto pasara rápidamente), libera el pedal del acelerador y presiona el pedal del embrague completamente. Una vez que está presionado, jala la palanca de velocidades hacia ti para meter la segunda marcha. Libera el pedal del embrague y continúa manejando.

Continúa este proceso a través de las marchas, moviendo la palanca a la derecha y hacia adelante para la tercera, derecho hacia atrás para la cuarta, y a la derecha y hacia adelante para la quinta.