Las llantas de tu coche no sólo son costosas, sino que también son importantes para la seguridad de tu familia. Las llantas gastadas que no se reemplazan pueden hacer que se te quede el coche al lado de una carretera con mucho tráfico o en una autopista peligrosa, además de que pueden fallar de manera catastrófica y hacer que el conductor pierda el control.

Llantas gastadas

Hay muchos motivos por los cuales las llantas se desgastan irregularmente. El desgaste excesivo en el centro usualmente se debe a que están infladas de más; un desgaste de patrón de estilo pluma en la parte delantera es una indicación de que se han desgastado las varillas tensoras y un patrón adecuado indica que los amortiguadores deben cambiarse. Incluso si no recuerdas el motivo por el cual las llantas puedan estar gastándose de manera despareja, debes inspeccionar el dibujo de éstas regularmente y confiar en tu mecánico para que diagnostique y solucione el problema.

Problema en la curvatura

Cuando la trama interior de las llantas delanteras se gasta más rápidamente que su parte central o borde exterior, es probable que el problema se deba a la curvatura. La curvatura tiene que ver con cuán enderezada hacia arriba o hacia abajo está la llanta con todo el peso del coche encima de ella. Si la llanta delantera del coche y la parte superior de ésta salen hacia afuera, tienes un ángulo de curvatura positivo. Si la parte inferior de la llanta sale hacia afuera, la curvatura es negativa. Una curvatura negativa puede causar un desgaste interior excesivo de la llanta.

Mala alineación

El desgaste interior en una llanta suele estar asociado a una mala alineación en la que la curvatura se ha salido de su ajuste adecuado. El extremo delantero del coche se desalinea por varios motivos, entre ellos a causa de los baches en la calle. Una indicación de que se debe ajustar la alineación es que la dirección jale hacia un lado o hacia el otro al estar manejando sobre una carretera plana.

Rótulas gastadas

Una alineación mala también puede ser un síntoma de otros problemas más graves del extremo delantero, como juntas esféricas desgastadas. Éstas se conectan a las varillas tensoras y aseguran que el auto tenga una dirección adecuada. Sostienen las bisagras de dirección en su lugar cuando las llantas rebotan en calles irregulares y se gastan con el tiempo.

Varillas tensoras gastadas

Las varillas tensoras son las encargadas de que las ruedas se mantengan estables y que las llantas delanteras giren a la misma velocidad. Dos varillas tensoras, internas y externas, se conectan directamente al brazo de dirección. Si no se engrasan regularmente, las varillas pueden desgastarse rápidamente y hacer que se desalinee el extremo delantero. Las varillas tensoras deben engrasarse con cada cambio de aceite.