Una cerradura que se traba puede ser frustrante, pero el problema va a empeorar si se ignora. Un cerrojo que se traba a menudo se atribuye a la falta de lubricación, pero el problema también puede ser causado por la puerta. Si la limpieza y lubricación de la cerradura no funcionan, las bisagras de la puerta podrían estar flojas o la placa puede estar suelta y el cerrojo puede estar fuera de alineación. En algunos casos, también puede trabarse la cerradura de seguridad si la puerta está deforme.

Limpiar y lubricar la cerradura

Para acceder a los componentes internos de la cerradura, debes quitar la cerradura de la puerta. Generalmente hay cuatro tornillos de conexión que aseguran la cerradura a la puerta. Dos tornillos están situados en el borde de la puerta, y dos están situados en el lado interior de la puerta. Primero retira los tornillos del borde interior de la puerta y desliza las mitades de los dos cilindros de la puerta. Después de quitar los tornillos restantes, el cerrojo se deslizará fuera de la puerta. Si los componentes internos están visiblemente sucios, límpialos con un cepillo pequeño y un detergente suave. Usa lubricante en aerosol en todas las partes móviles y vuelve a montar la cerradura. Ten cuidado de no apretar demasiado los tornillos de conexión en el borde de la puerta; pueden causar que la cerradura se trabe.

Bisagras flojas

Si la cerradura está limpia y lubricada y todavía se traba, quizá quieras revisar las bisagras de la puerta para ver si están flojas. Si las bisagras están sueltas, la puerta se colgará y empujará el cerrojo contra la parte inferior de la placa dentro del marco de la puerta. El reto aquí es apretar los tornillos de las bisagras sueltas mientras levantas la puerta. Por esta razón, probablemente necesitarás un asistente para levantar la puerta o apretar los tornillos.

Alinear la placa y el pestillo

Con uso repetido, la placa puede quedar fuera de alineación con el pestillo. Antes de alinear estos componentes, asegúrate de que estén apretados los tornillos de las bisagras de la puerta. Verifica si la puerta está fuera de encuadre con el marco de la puerta mediante la medición de la distancia entre la parte superior del interior de la puerta y la parte inferior de la puerta con el marco. Toma esta medida en cada extremo de la parte superior de la puerta. Si la medición en el lado con bisagras de la puerta es menor que la medición en el extremo opuesto de la puerta, la puerta está colgando ligeramente y causando el problema de alineación. Para corregir un problema menor de alineación, lima el borde inferior de la placa hembra. Para corregir un problema más serio de alineación, debes quitar la puerta e insertar una cuña entre una de las bisagras de la puerta y el marco. Inserta una cuña detrás de la bisagra superior para bajar el cerrojo y detrás de la bisagra inferior para elevar el cerrojo.

Puerta deforme

Si el cerrojo aún se traba, el problema puede ser la puerta en lugar de la cerradura. En áreas de alta humedad, a veces las puertas pueden deformarse. También sucede si el agua penetra la madera. Coloca una regla contra el borde de la puerta con el pestillo para determinar si la puerta está deformada. La forma más fácil de corregir el problema es, por supuesto, comprar una puerta nueva. Sin embargo, a menos que la puerta está gravemente deformada, puedes ser capaz de repararla. Quitar la puerta y colócala en un par de caballetes colocados sobre una superficie nivelada. Para proteger el acabado de la puerta, coloque una toalla vieja o un pedazo grande de cartón sobre la misma. Coloca pesas, tales como bloques de cemento, sobre la porción inclinada de la puerta. Puede tomar varios días para que la puerta quede arreglada. Revisa la puerta todos los días con una regla.