Cuando recibes un cheque de la compañía de seguros después de un accidente, puedes llevar tu vehículo a cualquier taller de reparación que quieras. Si el vehículo es reparado por menos dinero, puedes guardarte el resto. Las mayores preocupaciones para las reparaciones de un vehículo dañado son la preservación del valor y la seguridad, así como el cumplimiento de las condiciones de un préstamo o arrendamiento del vehículo. Reparar el vehículo en un taller más barato o hacerlo tú mismo por menos dinero y quedarte con el restante puede ser más difícil de lo que parece en ciertas situaciones.

Pago del seguro

Una vez que la compañía de seguros aprueba el reclamo de una persona, el asegurador paga generalmente el reclamo directamente al taller de reparaciones o con un cheque emitido al propietario del vehículo. El proceso de pago depende en cierta medida de la compañía de seguros y el asegurado tiene la opción de solicitar el pago directo. Si alguien tiene la culpa en un accidente, su compañía de seguros pagará por las reparaciones a la tercera parte. Esta es la situación óptima, ya que no existe una relación con la compañía de seguros. La compañía de seguros no va a ser capaz de dictar quien recibe el cheque y la mayoría de los reclamos a terceros terminan con las compañías de seguros haciendo el cheque directamente al demandante.

Usar fondos

Puede ser tentador usar un cheque de una compañía de seguros para cubrir el pago de la hipoteca, pagar el préstamo de coche o usar los fondos hacia otros gastos urgentes. Si el dinero no se utiliza para reparar el coche, se reduce el valor del coche. Si el propietario tiene la mala suerte de estar involucrado en otro accidente, el reembolso por el daño será menor ya que el valor del coche bajó por los daños no reparados anteriormente. Alternativamente, si el beneficiario de la póliza utiliza los beneficios del seguro para reparar el daño original en el coche, el valor del vehículo se mantiene cuando se vende o se negocia.

Prestador o contrato de arrendamiento

Antes de tomar la decisión de reparar un vehículo por tu cuenta, comprueba cualquier contrato de prestamista existente o de arrendamiento. Puede haber una disposición en el contrato que requiera que las reparaciones se hagan, siempre y cuando el vehículo esté siendo financiado o arrendado.

En lugar de emitir un cheque directamente al propietario del vehículo, algunas compañías de seguros pueden expedir el cheque al propietario del vehículo y al titular del gravamen. Esto obliga al conductor a enviar por correo el cheque a la empresa de financiación para que lo firmen. Un acreedor puede exigir el examen del coche para endosar el cheque. Por lo general, el personal de los concesionarios tiene que examinar el vehículo y firmar una declaración que certifique que las reparaciones se realizaron adecuadamente. A continuación, la persona debe enviar por correo las facturas de la tienda de reparación y fotos del coche reparado, junto con el cheque al acreedor. Por último, el prestamista o el banco endosará el cheque del seguro y lo enviará para que el dueño del coche pueda pagar las reparaciones.

Problemas potenciales

En el caso de accidentes posteriores, la compañía de seguros podría optar por dar por perdido el vehículo si el costo de reparación supera el valor real en efectivo del vehículo. La compañía de seguros pagaría el valor de mercado del vehículo, lo que podría ser sustancialmente menor debido a daños previos que, o bien quedaron sin reparar o fueron mal reparados, sobre todo si el coche no fue devuelto a su estado original.