Los limpiaparabrisas en tu vehículo limpian la precipitación o el polvo mientras manejas. Son un aspecto muy importante del manejo seguro porque le brinda al conductor una visibilidad apropiada. Cuando se apagan, se los hace detener horizontal sobre el piso del parabrisas y descansan en la bandeja. Si no se detienen adecuadamente, busca obstrucciones o tal vez un componente roto. Es importante aprender la forma adecuada de diagnosticar la incapacidad de tu limpiaparabrisas para evitar un viaje innecesario al taller.

Pon el limpiaprabrisas en “apagado”. Apaga el motor y quita la llave.

Pon el limpiaparabrisas parado, alejado del vehiculo. Se van a trabar en el mismo lugar. Verifica la bandeja del parabrisas. Busca polvo, suciedad o tornillos que impidan que quede en el lugar adecuadamente.

Determina si alguna pieza del brazo está floja como una tuerca o un perno. Si es así, usa el destornillador o la llave de tuerca apropiado para ajustar. Una tuerca o un perno flojo puede hacer que el brazo no se apoye de forma regular y no se detenga totalmente.

Mira el punto donde la escobilla se une con el brazo. Examina la bisagra, asegúrate de que las bisagras y el resorte estén sin suciedad, polvo y herrumbre. Si notas que hay óxido, limpia los componentes con un limpiador multiuso y un pequeño cepillo de alambre.

Quita la bandeja. Es una pieza de plástico instalada donde se detiene el limpiaparabrisas. Hay un perno en cada lado del vehículo. Quita los dos pernos y levanta la bandeja para sacarlos. Tendrás acceso ahora a la mecánica del limpiaparabrisas, como el motor y la lengüeta de detención.

Identifica la lengüeta de detención que es pequeña ubicada directamente al lado del mecanismo. Si se dobla, impedirá que los limpiaparabrisas se detengan bien. Si esta lengüeta no se dobla, entonces el motor falla y necesita un service para hacer que se detengan bien.