Un soporte de transmisión dañado puede ser peligroso porque la transmisión de tu vehículo puede deslizarse o caerse. El montaje de la transmisión está diseñado para contener la transmisión en su lugar, para evitar que se empuje o mueva cuando se acelera. Si el soporte de transmisión esta dañado, se oye un ruido de explosión como cuando la transmisión se golpea contra el soporte, y el soporte dañado va a poner presión sobre otros componentes. Saber cómo diagnosticar correctamente un soporte de transmisión dañado puede salvarte de hacer frente a problemas más serios en el futuro con el carro.

Comprueba si hay grietas en el soporte. Un soporte de transmisión agrietado puede terminar rompiéndose completamente y hacer que la transmisión se caiga.

Inspecciona el soporte de la transmisión para buscar soportes flojos. Si los soportes están sueltos, el montaje perderá control sobre la transmisión.

Busca tornillos sueltos o faltantes. No tienes un buen soporte en tu transmisión si no está apretada correctamente.

Examina el soporte de la transmisión en busca de cauchos sueltos o podridos, lo que indicaría un soporte dañado.

Revisa el soporte de la transmisión para ver si se rompe o se separa. Si es así, el soporte de la transmisión está dañado.

Consejos

Ponte un par de guantes de trabajo cuando trabajes alrededor de la transmisión para evitar que los contaminantes se adhieran en tus manos.

Utiliza una linterna si es necesario.

Las fugas de líquidos pueden descomponer y pudrir la goma de un soporte de transmisión, así que de vez en cuando asegúrate de comprobar si hay fugas de líquidos.