El etanol es una forma de alcohol etílico, que es el mismo tipo de alcohol conocido comúnmente por ser usado para hacer licores. Al ser agregado a la gasolina regular, el etanol ayuda a reducir la contaminación y la dependencia del petróleo extranjero. El E85 es una mezcla de gasolina y etanol que contiene niveles de etanol más altos que los que la mayoría de los motores a gasolina están preparados para tolerar. Los vehículos de combustible flexible fueron diseñados para utilizar E85. Ahora bien, si este último se coloca en un motor tradicional a gasolina, puede causar muchos efectos colaterales notorios.

Economía de combustible

El etanol no genera tanta energía como la gasolina al ser quemado. Por lo tanto, cuando los vehículos funcionan con un combustible basado en etanol, tendrán un menor rendimiento que al hacerlo con gasolina. Las estimaciones varían en cuanto al valor exacto del descenso, pero la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) estima que incluso con las mezclas más diluidas de etanol, que contienen un 10% o menos, se sigue dando una reducción en el rendimiento del 3 o 4%.

Emisiones

Los motores tradicionales a gasolina producirán menos emisiones tóxicas si se usan con combustible E85. El etanol se quema de manera más limpia que la gasolina, por lo que el vehículo debería producir emisiones de escape potencialmente menos peligrosas. También es posible que pueda reducirse la acumulación de tóxicos en el motor. Durante el periodo de vida útil del vehículo, si se usa el E85 se pueden reducir los problemas asociados con la acumulación de gasolina y suciedad causados por quemar combustibles basados en gasolina.

Posibles efectos colaterales

Muchos posibles efectos colaterales están estrechamente relacionados con el uso de combustibles con etanol, los cuales pueden afectar a un motor a gasolina que no esté diseñado para funcionar con E85. De todos modos, no hay garantía de que estos efectos puedan suceder en tu auto si usas el E85. Entre estos posibles efectos se incluyen problemas causados por la naturaleza corrosiva del etanol, inconvenientes por separación de combustibles por la vida útil corta de los combustibles con etanol y una potencial reducción de la vida útil del motor del vehículo. Esta última se da por la naturaleza corrosiva del combustible además de por la necesidad quemar más de este para alcanzar la misma eficiencia, forzando al motor a trabajar más.