En el clima frío no es poco común encontrar que las ventanas de tu vehículo tengan escarcha en el interior. Esto es debido al aire húmedo y el caliente que se condensan en tus ventanas y que el vidrio frío congela. Quizá notes que esto sucede durante los días de invierno tibio y soleado, que se vuelven noches heladas. El sol y, lo más probable, tu calentador calientan el aire en tu automóvil y el calor se queda atrapado cuando cierras la puerta. Obviamente, no puedes evitar la humedad dentro de tu auto, pero puedes deshacerte de ella.

Combina el alcohol con el agua en la botella de 1,5 lt. Vierte la solución sobre un trapo suave y limpia el interior de todas las ventanas del auto.

Coloca tiza y paquetes de gel a través del interior. Estos absorberán el exceso de humedad.

Coloca tu calentador para ventilar y no para circular el aire, en lo que manejas. De esta manera tu vehículo utilizará el aire frío del exterior en vez de utilizar el mismo aire húmedo una y otra vez.

Abre tus ventanas traseras un poco para que el aire frío luche contra el aire caliente y el húmedo, mientras manejas.

Deja un poco abierta una ventana cuando estaciones.

Remueve todas las alfombras o tapetes húmedos del piso. Seca otras partes con papel periódico y cierra las puertas.

Advertencias

Asegúrate de que tu auto esté tan seco como sea posible cuando lo estaciones. Entre menos humedad haya en este, es menos probable que el interior de las ventanas se llenen de condensación que más tarde se congelará.