Los derrames de aceite de motor no son tan poco frecuentes como podrías pensar. De hecho, muchos motores tienen un poco de aceite en algún lugar en el cual no deberían tener. Las pérdidas en las juntas y selladuras y los derrames accidentales durante las recargas ocurren todos los días, y raramente terminan en una catástrofe importante.

Lo básico sobre el aceite

Incluso en los aceites de motor sintéticos la mayor parte del volumen está constituida por aceite mineral, lo que significa que funcionan como la mayoría de otros hidrocarburos cuando se exponen al suficiente calor. El aceite de motor se quemará al igual que la gasolina o el queroseno, sólo que lo hará mucho más lentamente y requerirá temperaturas más altas para encenderse. En términos generales, el punto de inflamación del aceite de motor (la temperatura a la que se vaporiza para formar un gas inflamable) es de entre 390 y 400 grados Fahrenheit (277 y 282 grados Celsius); temperatura de autoignición (la temperatura a la que se incendia sin otra fuente de ignición) para tales compuestos de petróleo pesado es de alrededor de 750 grados Fahrenheit (400 grados Celsius).

Consecuencias de un derrame

Si cae aceite de motor en algo que está a una temperatura que excede su punto de inflamación, sólo se transformará en humo y formará un gas inflamable. Sin embargo, este gas requiere la presencia de una llama, y más que probable que se apague si la llama lo hace. Lo más probable es que el aceite no se encienda a menos que toque el colector de escape o catalizador, y aun así no hay garantía de que esas superficies superen la temperatura de autoignición.

Qué hacer

Si puedes limpiar el aceite o absorberlo con un trapo, entonces es preferible limitarse a dejar que repose ahí y se transforme en lodo. Un poco de jabón y detergente para platos hará que salga el residuo, si es que puedes llegar hasta donde está ubicado. Si no puedes llegar hasta la zona del derrame de petróleo, mantén un extintor de incendios a mano y arrancar el coche. Déjalo al ralentí con el capó levantado y vigila que se queme el aceite.