Un termostato de coche permite que el refrigerante entre en el motor cuando este alcanza la temperatura normal de funcionamiento. El termostato también permite que el refrigerante caliente entre en el núcleo del calentador, lo que permite que la calefacción del coche sople el aire caliente. Si tu termostato no funciona correctamente, podrías experimentar daños en el motor significativos o estarías sin calefacción en el coche en las mañanas frías.

Calefacción fría

Si el termostato no se abre correctamente, el refrigerante caliente es incapaz de entrar en el núcleo del calentador y el calentador sopla solo aire frío o caliente moderadamente. Si el interior del coche no está muy caliente y el calentador está en la posición más alta, el termostato probablemente esté bloqueado cerrado o hay un bloqueo cerca a la base del calentador. Si el termostato falla sólo parcialmente, podrías tener la calefacción caliente cuando conduces en la ciudad, pero cuando estás en la carretera, la temperatura podría caer, lo que resulta en menos calor.

Indicador de variación de la temperatura

Un termostato roto puede fallar en varias posiciones. La mayoría de los termostatos fallan en una posición en alguna parte entre abierto y cerrado, lo que significa que el refrigerante llega al motor en todo momento, incluso cuando el motor no está aún a su temperatura normal de funcionamiento. Si falla el termostato en una posición abierta o parcialmente abierta, encontrarás que el indicador de la temperatura está por debajo de donde normalmente cae. Un termostato también puede fallar en la posición cerrada, lo que evita que todo el refrigerante entre al motor. Esto resultará en que el motor supere su temperatura de funcionamiento como se evidencia con el medidor de temperatura aumentando rápidamente. Si esto sucede, parquea el carro a la orilla de la carretera y espera un camión de remolque.

Rendimiento menor de la gasolina

Si observas una fuerte disminución del rendimiento de la gasolina de tu coche, el motor puede estar corriendo demasiado frío como sucede cuando el termostato queda abierto. Al impedir que el vehículo funcione a su temperatura normal, el motor podría funcionar consumiendo más combustible.

Vapor del motor

Si falla el termostato en una posición cerrada o semi-cerrada, esto evitará que el refrigerante entre en el motor, causando el sobrecalentamiento del motor. Esto podría causar vapor, por lo que debes detener el vehículo rápidamente en caso de que veas vapor elevándose desde el motor.

Fluctuación de la temperatura

Una vez que tu vehículo se encuentre a la temperatura normal de operación, comprueba si la posición del indicador varía en función de las condiciones de conducción. Si la temperatura desciende cuando estás acelerando o a velocidad normal, pero aumenta cuando estás en el tráfico, el termostato probablemente esté defectuoso. Si la temperatura fluctúa, el termostato probablemente está atascado parcialmente abierto.