La función de un compresor de un aire acondicionado es comprimir el gas refrigerante que viene del hogar de baja a alta presión y llevarlo al condensador, el cual lo vuelve de un gas a un líquido. El compresor y el condensador están ubicados en el exterior del hogar y cuando surgen problemas con el compresor causa que el recibo de la electricidad sea más elevado, que se apague el sistema de aire acondicionado o que salga aire tibio en lugar de aire frío.

Utiliza tu mano para revisar el ventilador del compresor. Si el aire que sale del ventilador está fresco o tibio, entonces ya no funciona el compresor o está gastado. Si el compresor comprime el gas a una presión mayor, se crea calor y éste sale del ventilador para asegurar que el sistema no se caliente. Si el aire que sale de allí está fresco o tibio, entonces el compresor no está comprimiendo el gas.

Revisa tu recibo de electricidad. Si tu recibo comienza a aumentar y no has aumentado el uso del sistema de aire acondicionado, entonces el compresor está fallando o está desgastado. Si el compresor no comprime el aire lo suficiente, entonces reduce la eficacia de todo el sistema. Esto causa que el sistema de aire acondicionado funcione por más tiempo y por ello aumenta el recibo eléctrico.

Escucha al sistema cuando se enciende. Cuando escuches al sistema desde el exterior, escucharás el funcionamiento suave del compresor y del ventilador del mismo. Si hay problemas con el compresor, puedes escuchar un silbido causado por una fuga del gas refrigerante, un golpeteo si el motor no funciona correctamente y un lapso mayor cuando se enciende la unidad.