Si has tenido que vaciar el radiador de tu vehículo, para reemplazarlo o reemplazar el termostato, cuando lo llenes nuevamente con líquido refrigerante deberás purgar el aire que queda en su interior. Si permanecen burbujas de aire dentro del sistema de refrigeración, este no funcionará de forma correcta y el motor puede sufrir un sobrecalentamiento.

Quita la tapa de la parte superior del radiador.

Enciende el motor de tu vehículo y deja que alcance su temperatura normal de funcionamiento. Aguarda a que el ventilador del radiador se encienda por primera vez y se detenga.

Apaga el motor y llena el radiador con más líquido refrigerante hasta que rebalse.

Enciende el motor nuevamente y déjalo funcionar hasta que el ventilador del radiador se encienda otra vez y se detenga, entonces apaga el motor y coloca nuevamente la tapa del radiador.