En muchos vehículos, el freno de estacionar puede atascarse si es dejado ocupado durante un largo período de tiempo o si es sometido a una aplicación exagerada. Si sientes la fricción inconfundible de un freno de estacionar incautado cuando estás en tu vehículo, trata de determinar la ubicación y causa del atasco. Puede haber oxidación o corrosión y se pueden producir problemas en el cable, la palanca o el montaje de freno.

Agita los frenos físicamente aplicando y liberándolo un número de veces. O cambia alternativamente en la conducción y retroceso para tambalear el vehículo ida y vuelta. O salta el vehículo hacia arriba y abajo, cerca de la rueda incautada.

Apoya el vehículo de forma segura en un soporte de gato. Retira la rueda para tener acceso al freno incautado. Ten cuidado de no dañar ninguna pieza a medida que tocas el montaje de freno con un martillo para liberar las pastillas desde el disco o tambor.

Prueba el cable de freno de estacionar para ver si está roto o atascado. Suelta el cable desde el calibrador de freno de la parte trasera del lado del pasajero y trata de liberar el movimiento del cable con un removedor de óxido penetrante o si es necesario, sustituye el cable.

Maniobra dos destornilladores a través del puerto de acceso en la placa de respaldo del freno de tambor para aflojar la tensión del tornillo de ajuste. Retira el tambor y vuelve a colocar el cable y las zapatas de freno y el resorte de retorno, según sea necesario. Consulta el manual de servicio de tu vehículo para encontrar los procedimientos detallados para tu modelo específico. Vuelve a montar los frenos, baja el gato y prueba los frenos.