Los filtros de partículas diesel o DPF por sus siglas en inglés, ayudan a regular las emisiones diesel haciendo un esfuerzo por cumplir con lo estándares de la Agencia de Protección Medioambiental. Los filtros de partículas diesel usualmente están ubicados en la cañería de flujo de escape de salida. Los DPF descartables, normalmente usados solo en aplicaciones fuera de la carretera, como con equipamiento pesado, son tirados luego de haberse llenado con partículas. Los filtros de partículas diesel reutilizables y pasivos se limpian a sí mismos mientras que los filtros activos se pueden limpiar de manera rápida y fácil.

Refiérete al manual del usuario para conocer qué tipo de filtro de partículas diesel tiene tu vehículo. Los filtros de regeneración pasiva no requieren esfuerzo por parte del dueño del vehículo para limpiar, mientras que los de regeneración activa necesitan ajustes periódicos que permitan limpiarlos.

Chequea el tablero para confirmar que la luz de advertencia del filtro de partículas diesel esté encendida. Típicamente manejar a velocidades bajas o en condiciones de aceleración y frenado constantes por un largo tiempo harán encender esta luz, la cual indica que el gas de escape no está lo suficientemente caliente como para quemar de manera efectiva las partículas que están contenidas en el filtro. Los filtros de partículas diesel tapados pueden causar un rendimiento pobre del vehículo y necesitarán ser llevados a un vendedor o servicio profesional si no alcanza con una limpieza simple.

Para realizar una limpieza simple, lleva al vehículo a una autopista u otra ruta de alta velocidad. Acelera hasta que el vehículo supere las 40 millas o 65 kilómetros por hora. Continúa manejando a velocidades superiores a 40mph o 65km/h por al menos 10 minutos, lo cual elevará la temperatura del gas de escape a un punto en el que limpiará cualquier partícula atrapada en el filtro. Mira la luz de advertencia a ver si se apaga, lo cual indica que el filtro de partículas se ha limpiado.