Cuando posees un automóvil, puedes ahorrar mucho dinero aprendiendo a realizar algunas sencillas tareas de mantenimiento y reparación. Una de ellas es el cambio de las bujías. Si no las cambias cuando se pongan viejas, tendrás un mayor consumo de combustible y un menor rendimiento del motor en general. Estos son algunos consejos para identificar bujías defectuosas para que puedas reemplazarlas.

Quita las bujías del motor. Para ello necesitarás el manual del usuario para conocer las características particulares de tu automóvil, además de una llave para bujías para quitarlas más fácilmente. Asimismo, asegúrate de que el motor no se encuentre en marcha y que la llave no esté en la posición de encendido.

Observa las bujías luego de quitarlas. Una bujía en mal estado es aquella cuya punta ha sido corroída por el aceite, la suciedad, el combustible u otros factores. La punta debe estar limpia y en buen estado para que la chispa pueda saltar con fuerza por el electrodo.

Limpia el polvo, el aceite, el combustible y otras suciedades con un trapo. Si puedes hacer esto con facilidad, entonces es posible que la bujía aún sirva. Sin embargo, si la corrosión permanece en la bujía, entonces ya nada puede hacerse y es necesario reemplazarla. Lleva la bujía vieja a la tienda de repuestos más cercana para obtener una del tamaño y modelo correctos.