Tu vehículo puede hacer muchos sonidos cuando estás conduciendo por una carretera. Un mecánico a menudo te dirá que un golpeteo constante significa que es probable que una llanta esté abollada. Unos neumáticos que tiemblan o se mueven también pueden ser signos de unas llantas dobladas o dañadas. Sin embargo, no puedes estar completamente seguro de los daños en una llanta hasta que visualmente sea examinada. Un mecánico puede ayudarte a determinar la situación de una llanta y si puede ser reparada o no. Hay algunas pautas que te ayudarán a descubrir si tu llanta del vehículo está doblada antes de llevarlo a un mecánico.

Retira la llanta de la rueda. Si el daño no es evidente mientras la llanta está en el neumático, echa un vistazo más de cerca.

Examina ambos labios de la llanta. Busca abolladuras, deformaciones, hendiduras o dobleces en el exterior y en el interior de los labios. El labio es donde la mayor parte de los daños en una llanta generalmente ocurre.

Coloca la llanta hacia abajo sobre una superficie plana. Examina la llanta para ver si está oscilando en la superficie o si está plana.

Lleva la llanta a una tienda de neumáticos para que sea revisada. Un mecánico puede inspeccionar la llanta y te dirá si está doblada o dañada. Un mecánico colocará el neumático y la llanta en una máquina para equilibrar ruedas. Esta es una forma muy eficaz de saber si una llanta está dañada.