Cuando la palanca selectora de la transmisión parece atascada en la posición neutral y no se mueve hacia ninguna marcha, es posible que tengas un problema con la transmisión, la palanca o el embrague (en transmisiones manuales). Antes de entrar en pánico y llamar a una grúa remolque puedes intentar algunos procedimiento para ver si consigues colocar una marcha. Sin embargo, luego de tener este problema, si no fue causado por la falta de fluido en la transmisión, deberás llevar el vehículo a un mecánico incluso si logras ponerlo en marcha.

Transmisión automática

Coloca el freno de mano para que el vehículo no se mueva mientras estas trabajando, no choque con otros objetos o te aplaste.

Tira de la palanquilla que destraba el capó y apaga el motor. Ve hacia el frente del automóvil y abre el capó. Retira la varilla de medición de la transmisión. Consulta el manual del usuario si no sabes dónde se encuentra. Limpia la varilla y colócala de nuevo. Retírala de nuevo para obtener el nivel correcto del fluido de la transmisión. Si el nivel es bajo, agrega más fluido y revisa la varilla de nuevo.

Huele la varilla al quitarla. Si el líquido huele a quemado o presenta un color marrón, esto significa que el líquido está quemado y ya no puede lubricar la transmisión. Lleva el automóvil a un mecánico para que le reemplace el fluido, pero puede que sea demasiado tarde y que haya que reparar la transmisión.

Monta de nuevo al vehículo, pisa el pedal del freno, enciende el motor e intenta colocar la palanca de la transmisión en la posición "D" o en la posición "R". Muchos vehículos con transmisión automática poseen un mecanismo de seguridad que no te permite colocar el vehículo en marcha si no estás pisando el freno.

Pide asistencia a un mecánico si ninguno de estos procedimientos funcionó, en un vehículo con transmisión automática.

Transmisión manual

Apaga el motor y, mientras pisas ligeramente el freno, pisa fuerte el embrague con el pie izquierdo; písalo lo más fuerte que puedas. Coloca la palanca en la primer o segunda marcha con tu mano derecha. Pisa el freno con el pie derecho y enciende el motor. Acelera para ver si el vehículo se pone en movimiento. Puede que solo puedas utilizar una marcha, por lo que deberás llevar el coche a un mecánico. Cuando solo puedes colocar una marcha con el motor apagado, significa que el disco del embrague ya no sirve.

Limpia la zona alrededor de la palanca de polvo y suciedad. Quita todo lo que puedas de entre los paneles de goma con un cepillo. Sopla el lugar con un compresor de aire o una lata de aire comprimido. El polvo y sustancias pegajosas pueden impedir que muevas la palanca.

Retira el fuelle de alrededor de la palanca quitando los tornillos. Observa el agujero para ver si hay a algo que obstruya el movimiento de la palanca o si la palanca se ha salido de lugar. Si se encuentra fuera de lugar, llama a un mecánico para que solucione el problema.