Los velocímetros mantienen a la gente con vida. Mientras se conduce, es fácil perder la noción de lo rápido que avanza el vehículo. Una revisión rápida del velocímetro te indica si estás viajando a una velocidad segura o legal para la carretera y las condiciones climáticas. Salieron al mercado en 1910, pero tomó un tiempo que se convirtieran en un equipo estándar. Los primeros velocímetros eran mecánicos, los electrónicos recién llegaron al mercado en la década de 1990.

Cable de la unidad

Los velocímetros mecánicos se conectan a la transmisión del coche, en vez de a las ruedas. Lo hacen mediante un cable de la unidad, que es una colección de pequeños resortes enrollados apretadamente alrededor de un hilo central (también conocido como mandril). Esta construcción hace que el cable sea lo suficientemente flexible para ser doblado y curvado a través del cuerpo del coche hasta el panel de instrumentos. El cable está conectado a un conjunto de engranajes unidos a la transmisión que lleva la rotación del motor a las ruedas. Cuando la transmisión se enciende, se prenden los engranajes que accionan el cable de mandril en el cable de la unidad. Este giro se transmite a lo largo del alambre de mandril hasta el propio instrumento.

Imán

El cable de la unidad se extiende desde la transmisión al instrumento, donde está conectado por un engranaje espiral a un imán permanente.

Copa de velocidad

El imán conectado por un cable de la unidad de la transmisión reposa en una pieza de metal con forma de copa. Esta pieza está unida a la aguja que el conductor observa, de modo que cuando la transmisión hace girar las ruedas, el movimiento se transmite a través del cable de la unidad hacia el imán. El imán gira en la copa creando un campo magnético rotatorio, que crea pequeñas corrientes eléctricas inducidas en la copa de velocidad. Esto ejerce un poco de esfuerzo de torsión en dicha copa, empujando a su vez a la aguja en la dirección en la que el campo magnético esté girando. Cuanto más rápido se accione la transmisión, más fuerte será el empuje del campo magnético sobre la copa de velocidad, y más lejos girará la aguja a su vez.

Espiral

Una espiral resiste la fuerza de la copa de velocidad lo suficiente como para mantener la aguja en cero cuando el coche no se mueve. Esto asegura que la lectura de la aguja refleje la velocidad real del vehículo.

Aguja

Conectada a la copa de velocidad, la aguja señala la velocidad del coche en el dial del instrumento en la cabina del vehículo.

Velocímetros electrónicos

Los velocímetros electrónicos utilizan un disco de metal con dientes diminutos, montado en el cigüeñal o en la transmisión y rodeado por un imán redondo. Los dientes giran y causan pulsaciones en el campo magnético, y estas se transmiten a una computadora pequeña que cuenta y traduce el número de vueltas del cigüeñal y de las ruedas y, por lo tanto, la velocidad del automóvil. Estos pueden tener una aguja y un dial, pero no son necesarios para que el sistema funcione.