Un gato hidráulico utiliza la presión de un fluido para elevar su superficie de apoyo. Con el tiempo, el depósito de fluido del gato puede llenarse de aire, en especial si sus retenes o sellos no funcionan de manera correcta. Utilizar un gato con aire en su sistema es peligroso, ya que el aire dentro del depósito puede provocar una caída repentina de su brazo, en especial si se encuentra sosteniendo una carga pesada. El síntoma más común de este problema es notar cierta esponjosidad cuando se eleva una carga con el gato. Otro indicio de la presencia de aire en su interior es cuando un gato se baja solo, lentamente. Cuando esto ocurre, es hora de purgar el aire.

Eleva el brazo del gato hasta que el pistón se encuentre en su máxima extensión. Este pistón se encuentra justo debajo del punto donde se apoya la carga.

Abre la válvula de descarga y permite que el brazo descienda solo. La válvula de descarga normalmente se encuentra a un lado del gato y se puede abrir con un destornillador de punta plana, girándola en sentido antihorario.

Abre el tapón de recarga del gato. Este tapón se encuentra generalmente en el cuerpo del aparato y no debe confundirse con las dos válvulas de control, que son muy similares y no hay que tocar. Es fundamental, por lo tanto, consultar el manual del gato para conocer la ubicación precisa del tapón de recarga. Este tapón se puede abrir girándolo en sentido antihorario con un destornillador de punta plana. Al quitar el tapón, un silbido corto indica que el aire atrapado en su interior ha escapado.

Coloca nuevamente el tapón de recarga.

Para completar la purga, repite estos pasos hasta que no puedas oír que sale aire al abrir el tapón de recarga.