Un cilindro hidráulico es esencialmente un amortiguador de choque de un automóvil de lujo. Los amortiguadores comunes funcionan pasivamente a la vez que el cilindro reacciona a los golpes de la carretera y de las superficies irregulares. El cilindro se mueve hacia arriba y hacia abajo con un líquido hidráulico que pasa entre las válvulas para absorber los golpes. Los cilindros hidráulicos utilizan un fluido hidráulico de una manera activa, bombeando líquido a través de las válvulas para ampliar o contraer el cilindro. Como tal, las cargas grandes y pesadas y la presión se pueden manipular, por lo que los cilindros hidráulicos son adecuados para levantar objetos de la forma en que lo hacen los brazos de una grúa, las palas de un tractor o la presión de captura de los cilindros hidráulicos de una cortadora de troncos al cortar la madera.

Llena el cilindro hidráulico con el líquido. Cada cilindro tiene un orificio de llenado que está expresamente etiquetado y que debe ser destapado antes de que el purgado adecuado tenga lugar. Usa tu llave inglesa para quitar la tuerca de llenado. Luego, introduce el líquido hidráulico hasta que esté nivelado con la parte superior del agujero. Vuelve a colocar correctamente el tornillo de llenado.

Alarga totalmente el cilindro hidráulico.

Localiza la tuerca de purga y ábrela con el cilindro totalmente extendido. Muchas tuercas de purga pueden aflojarse a mano, pero algunas requieren de una llave ajustable. Afloja la tuerca hasta que el cilindro comience a replegarse por sí mismo.

Observa toda la descarga del orificio de purga. Al principio el aire comenzará a salir haciendo replegarse al cilindro. Debes continuar con este procedimiento hasta que el líquido hidráulico comience a salir de a chorros por el agujero. Cuando ya no haya burbujas de aire presentes en el líquido que sale, aprieta la tuerca de purga.

Limpia todo el exceso del líquido hidráulico con un trapo.