A fines de 1990 se vió la llegada de las SUV de tamaño medio, y el Jeep Grand Cherokee fue uno de los precursores de este estilo de vehículo. Es una máquina pesada, por lo que resulta difícil realizar el mantenimiento por cuenta propia. La batería es muy pesada y particularmente está elevada con respecto al nivel del suelo, por lo que puede que tengas que pedir ayuda para poder levantarla y reemplazarla.

Busca la batería en el lado del pasajero en la camioneta. Usa un taburete para llegar a ésta para tener suficiente espacio libre cuando llegue le momento de retirarla del vehículo.

Desconecta los extremos del cable desde la terminal de la batería con un extractor de terminales.

Levanta y quita la batería fuera del compartimiento. Déjate los guantes puestos en todo momento para evitar que el ácido caiga en tus manos desnudas.

Utiliza un cepillo de alambre para limpiar la superficie que sostiene la batería. Límpiala con un paño húmedo y deja que se seque.

Limpia el interior de los cables de conexión con un cepillo de alambre puntiagudo y sécalos con un paño viejo que puedas tirar.

Coloca la nueva batería en la parrilla. Conecta el cable correcto en cada terminal y apriétalo firmemente con alicates o una llave de tubo. Vuelve a colocar la tapa de la batería.

Consejos

Ten en cuenta que algunos propietarios de la Jeep Grand Cherokee experimentan problemas debido a la corrosión, oxidación y los puntos defectuosos de tierra de la batería, especialmente con los modelos más antiguos. Mantén estos terminales limpios para evitar problemas con el arranque del vehículo. Desecha de una forma segura las baterías usadas en una tienda de auto partes o en un centro de reciclaje.