Una adecuada tensión de la correa es necesaria para garantizar el buen funcionamiento y la longevidad de los componentes impulsados por la misma. Si está demasiado floja se puede resbalar o incluso puede ser expulsada de las poleas. Si está demasiado apretada, puede causar un desgaste excesivo en los rodamientos del eje de los componentes que está impulsando. Hay varias reglas prácticas para el control de la tensión, sin necesidad de utilizar un calibrador.

Mide la distancia desde el centro del eje de la polea del alternador hacia el centro de otra polea que utilice la misma correa. Ésta será probablemente la bomba de agua o el cigüeñal.

Coloca un borde recto (como un nivel de carpintero) a través de las poleas, sobre la correa.

Coloca la punta de una regla contra la correa, en la distancia media entre las poleas. Empuja hacia abajo con la regla y mide la brecha que se forma entre la banda y el borde recto. Si las poleas son de siete a once pulgadas (18 a 28 cm) de distancia, la correa debe moverse 1/4 pulgada (6,3 mm). Si la distancia es más de 11 pulgadas (28 cm), la correa debe moverse no más de 1/2 pulgada (12,7 mm).

Ajusta la correa aflojando los pernos de montaje del alternador con un trinquete y el juego de tubos. El problema más común es que la correa esté demasiado floja. Entonces saca el alternador del centro del motor para ajustarla. Mantén la tensión con una mano mientras aprietas los tornillos. Vuelve a comprobar la tensión.