Las baterías que contienen líquido se conocen como baterías de celdas inundadas o baterías de ácido y plomo, y son las más comúnmente utilizadas en los vehículos. Una vez que el nivel de fluido está lo suficientemente bajo como para exponer las placas de plomo en las celdas, se produce la sulfatación -un proceso que puede volver la batería inútil. La sulfatación es la formación de cristales de plomo y azufre en las placas y paredes de la batería.

Usa equipo de seguridad, guantes de protección y lentes de plástico antes de rellenar una batería de líquido ácido. El líquido de las celdas es muy ácido y quemará la piel o la ropa.

Retira las tapas de las celdas de la batería, la mayoría de las baterías tienen seis. Si las tapas tienen una ranura en la parte superior, desatorníllas con un destornillador de cabeza plana y levántalas para retirarlas. Si las tapas están introducidas a presión en su lugar, desliza el destornillador por debajo de su borde y haz un poco de palanca hacia fuera del hueco antes de levantarlas para retirarlas.

Comprueba los niveles de líquido en las celdas. Busca un marcador de nivel de llenado máximo en los lados de las paredes de las celdas. Si el líquido llega al marcador, la celda no requiere recarga. Si el líquido está por debajo del marcador, vierte con cuidado agua destilada en la celda hasta que llegue al marcador. No llenes la celda de más, ya que se necesita espacio para la expansión. Repite el proceso de inspección con cada celda y rellena cualquiera con un nivel de líquido por debajo del marcador.

Vuelve a colocar las tapas de las celdas. Empújalas en su lugar presionando firmemente hacia abajo; si tienen rosca, atornilla con la mano sin apretar y ajusta con el destornillador.