Aunque aparece en las listas como un auto pequeño, el Mazda CX-7 no lo es, y por más que otros no coincidan, ya no es poco común que estos vehículos requieran un combustible premium de alto octanaje. Si estás pensando en comprar un Mazda CX-7, entiende que los dos motores ofrecidos son dos extremos opuestos en cuanto al espectro de rendimiento y eficiencia. Hay diferencias entre el de 83 caballos de fuerza y el de 97 libras/pies (12,6 kg/m) de torque, lo cual puede significar la diferencia entre comprar un auto familiar y un SUV deportivo y ágil.

Aspirado naturalmente

El modelo base del Mazda CX-7, llamado i-SV o i-Sport, viene solamente con tracción frontal y usa un motor de 4 cilindros y 2,5 L, que genera 161 caballos de fuerza y 161 libras/pies (21 kg/m) de torque. Necesita combustible de 87 octanos y se las ingenia para recorrer 28 millas por galón (11 km por litro) conduciéndolo en autopistas. Según Car Connection, aunque no parezca muy potente, el motor de 2,5 L probablemente satisfaga las necesidades de la mayoría de los conductores.

El turbo

Los modelos de tope de gama del Mazda CX-7, compuestos por el s-Touring y el s-Grand Touring, viene con un motor de 2,3 L de 4 cilindros e inyección directa de combustible y un turbocargador. Este motor ofrece 244 caballos de fuerza y 258 libras/pies (33,5 kg/m) de torque. Necesita combustible de 91 octanos para alcanzar su mejor aceleración y economía de combustible, pero puedes usar un octanaje más bajo si es necesario.

Consideraciones

Llenar tu tanque de combustible con uno de octanaje superior a la recomendación del fabricante será un derroche. Tu vehículo no se comportará mejor con combustible que sea superior a las recomendaciones de fábrica. No será más eficiente ni producirá menores emisiones.