El uso de baterías recargables es una buena manera de reducir los residuos desechados en los tiraderos, ya que una batería recargable puede sustituir a decenas de baterías de un sólo uso. Sin embargo, hay una amplia variedad de baterías y cargadores. Con esa sopa de letras de NiCad, NiMH y Li-ion, puede ser un poco confuso conocer las mejores opciones disponibles. Afortunadamente, no es difícil de aprender lo básico.

Baterías

Las baterías funcionan mediante el almacenamiento de electrones en un compuesto químico formado por metal y otros elementos. Cuando las terminales de una batería están conectadas a un circuito eléctrico, una reacción química comienza y descarga los electrones desde la terminal negativa de la batería a la terminal positiva, pasando a través del circuito. Cuando el exceso de electrones en el material se agota, la batería está muerta.

Baterías recargales

Los compuestos metálicos estables permiten a los electrones ser reinsertados una vez que la pila está agotada, de modo que puede ser utilizada de nuevo. Los diversos tipos de baterías tienen diferentes atributos, dependiendo del tipo de químicos de los que están hechas. Las baterías de hidruro metálico de níquel (NiMH) y las baterías de níquel cadmio (NiCad) son los tipos más comunes que son recargables. Las baterías de NiMH ofrecen un buen rendimiento cuando se necesita la electricidad rápidamente (como en un flash de la cámara), pero tienden a perder energía mientras están almacenadas. Las baterías de níquel-cadmio retienen bien su energía, pero no descargan la electricidad con la suficiente rapidez para dispositivos de alta velocidad. Las baterías de iones de litio (Li-ion) proporcionan una mucho mayor capacidad y tensión que las baterías recargables de níquel. Sin embargo, se producen temperaturas más altas cuando se cargan y descargan.

Cargadores

Los cargadores de baterías están en sintonía con el tipo de batería que cargan. Las baterías de níquel se suelen cargar en un mismo cargador. Un cargador básico aplica un flujo inverso al voltaje de las baterías, recargando efectivamente los químicos con electrones. Los cargadores más avanzados detectan cuando la batería está llena y detienen la carga para evitar daños a la batería. Cuando una batería llena continúa recibiendo una carga, el exceso de energía se transfiere en calor que puede dañar los químicos en la batería y degradar la capacidad de carga de la batería (conocida como memoria de la batería). Los mejores cargadores de baterías añaden un ciclo de descarga que puede ayudar en la restauración de las baterías que han desarrollado una memoria al descargarlas completamente, y a continuación, volver a cargarlas.

Li-ion

Las baterías de Li-ion nunca deben usarse en un cargador para baterías diferentes. Las baterías de Li-ion se utilizan debido a que operan a un voltaje más alto (3,7 volt en lugar de 1,2 volt) que las baterías de níquel y pueden contener más electrones en la misma cantidad de espacio. Esto las hace ideales por su vida útil más larga en los dispositivos electrónicos de alta potencia, tales como laptops, cámaras digitales y teléfonos móviles. Asimismo, no desarrollan una memoria como las baterías de níquel. Debido al voltaje adicional y a una mayor capacidad de energía, una batería de Li-ion podría incendiarse o explotar si no se carga en un cargador de NiCad o NiMH.