La tapa del radiador es una parte integral del control de la temperatura de un vehículo. Esto sirve para varios propósitos: sella el sistema de refrigeración de los desechos y contaminantes, mantiene la presión y un punto de ebullición constante y permite que el refrigerante alcance el radiador. Una tapa en mal estado puede causar una serie de problemas; aprende a identificar una y reemplazarla para evitar los problemas de sobrecalentamiento.

Niveles bajos de refrigerante

La mayoría de los vehículos tienen una luz de advertencia que indica bajos niveles de refrigerante. Si recientemente has complementado la alimentación de refrigerante y persiste la luz, el refrigerante puede ser hervido antes de tiempo y desbordar el depósito de expansión del radiador. Esta es una señal de un sello de presión fallado en la tapa del radiador.

Mangueras del radiador colapsadas

Si notas que las mangueras conectadas al radiador de tu vehículo se aplanan y retuercen, esto es una señal de un sello de retorno fallido en la tapa del radiador. Este sello permite que el flujo del líquido refrigerante regrese al radiador una vez que el motor se haya enfriado, y el vacío se puede crear si el flujo se ve obstaculizado.

Recalentamiento a bajas temperaturas

Un motor recalentado en un clima relativamente frío es el signo más común de un tapón del radiador malo. El sello principal, que crea una unión entre la tapa y el cuello de llenado del radiador se pueden erosionar o estar mal montados, lo que permite la despresurización del tanque y un punto de ebullición reducido.