Las Jeep Grand Cherokee están construidas para los trabajos pesados dentro y fuera de la carretera. Los inyectores de combustible rocían la cantidad correcta de combustible en cada uno de los cilindros del motor antes de que ocurra la combustión. Los problemas en el inyector de combustible en una Grand Cherokee pueden inhibir seriamente el rendimiento del vehículo o incluso causar condiciones potencialmente peligrosas para cualquier persona que la conduzca.

Pérdida de energía

Si tu otrora poderosa Grand Cherokee tiene problemas para subir las pendientes, para remolcar o para tener potencia al conducir sobre el fango, una pérdida de poder puede ser causada por problemas en el inyector de combustible. Los depósitos pueden estar obstruyendo a los inyectores, lo que significa que la cantidad suficiente de gasolina no está entrando a los cilindros. Si no estás seguro de probar los inyectores en tu Jeep, haz que una tienda calificada realice el trabajo.

Fuga de gasolina

El olor de a gasolina en el compartimiento del motor puede ser un signo revelador de los problemas en el inyector de combustible. Dado que la gasolina en una Grand Cherokee pasa a través de los inyectores, si uno de los inyectores se ha soltado o se ha dañado, éste tendrá una fuga. Las fugas de gasolina son graves, ya que pueden provocar un incendio, así que haz que tu Grand Cherokee sea inspeccionada y que la fuente de la fuga sea encontrada lo más rápido posible.

Luz de revisión del motor

Si tu Jeep Grand Cherokee es un modelo de 1996 o más reciente, entonces la luz de revisión del motor puede ser otro indicador de un problema del inyector de combustible. Si no tienes una manera de leer los códigos del motor por ti mismo, lo mejor es llevar tu Cherokee a un taller de reparaciones. Los códigos de fallos de encendido, ya sean al azar o para uno o más cilindros, se pueden atribuir a la obstrucción de los inyectores de combustible.

Ralentí y estancamiento

Cuando tu Grand Cherokee está funcionando pero la tienes en el engranaje de aparcar o tu pie está sobre el freno, observa cómo está el ralentí del motor. Si el ralentí suena áspero o tiene un sonido desigual, podría ser que los inyectores de combustible de tu Jeep estén obstruidos. Lo mismo es cierto si, durante una ligera aceleración, cuando tu pie está apenas pisando el pedal del acelerador, el Jeep esté experimentando una vacilación o un tropiezo. La vacilación es un retraso inusual entre el pedal del acelerador al estar pisado y la aceleración del vehículo. Un tropiezo es cuando el motor empieza a estancarse, pero luego se recupera y se ejecuta con normalidad.