Una válvula de control de ralentí, también llamada válvula IAC, se encuentra en cada vehículo y se ubica dentro del cuerpo del acelerador. Cuando un coche está inactivo en un semáforo en rojo o mientras está estacionado, la válvula de control de ralentí regula la cantidad de aire que circula en el motor, lo que mantiene el motor en un rango de RPM (revoluciones por minuto) estable y evita la marcha mínima ruda. Cuando una válvula de control de aire se descompone, ya sea debido a la acumulación de carbono o porque se atasca, hay pocos síntomas obvios.

Revoluciones por minuto bajas

Un válvula de control de ralentí defectuosa impide la circulación adecuada del aire en el motor y da como resultado una menor cantidad de RPM durante el ralentí. El número de RPM en el ralentí, puede variar un poco con base en el vehículo, pero se considera generalmente bajo cuando esta a menos de 800 RPM. Las RPM aumentarán a niveles normales cuando se presione el acelerador.

Ahogarse

A medida que la válvula de control de aire se atasca más, las RPM del motor, durante el ralentí, seguirán disminuyendo hasta que el vehículo se ahogue. Este problema normalmente se puede identificar mediante la aplicación de combustible. Cuando el vehículo está a punto de ahogarse, pisar el acelerador hará que las RPM aumenten y el vehículo se mantenga en marcha. Si se suelta el pedal, las RPM disminuirán rápidamente y el vehículo se detendrá. A veces, dependiendo de qué tan obstruida esté la válvula, el vehículo puede funcionar correctamente cuando se presiona el acelerador, pero luego se petardea o se ahoga al desacelerar.

Marcha mínima ruda

Si la válvula de control de aire se ha descompuesto y ya no regula el flujo de aire en el motor, generalmente debido a que la válvula se quedó atascada abierta, el vehículo funcionará en marcha mínima ruda. Una marcha mínima ruda se caracteriza por temblores, vibración y sacudidas cuando el coche está encendido pero no se mueve. Una marcha mínima ruda se debe a una válvula de control de aire defectuosa que con el tiempo dará lugar a que el vehículo se detenga inmediatamente después de arrancarlo.

Variaciones del clima

Una válvula de control de ralentí defectuosa puede hacer que un coche se detenga inmediatamente después del arranque en un clima cálido, pero el vehículo arrancará correctamente si hace frío; sin embargo, cuando se presione el acelerador, el coche se detendrá. Del mismo modo, si la temperatura exterior es lo suficientemente caliente, el coche podrá arrancar a pesar de que la válvula de control de aire esté mal, pero será necesario que el conductor presione el acelerador inmediatamente para evitar que se ahogue.