Las juntas de la tapa de válvula son un problema relativamente leve para los propietarios de los automóviles, pero si no se controla a tiempo puede agravar la reconstrucción del motor. Una tapa defectuosa puede hacer que los niveles de aceite del motor del vehículo disminuyan rápidamente, y potencialmente podría lanzarse un piston del tren de transmisión o peor, producirse una grieta en el motor. Un conductor cuidadoso debe identificar los síntomas de su vehículo y ver a un mecánico antes de que el problema se vuelva demasiado costoso como para hacerle frente.

Fuga de aceite

Una fuga de aceite puede ser el resultado de una junta rota o dañada. Una fuga aparecerá en forma de gotas o como un charco de aceite debajo del vehículo cuando éste se detenga y se apague. Puede afectar drásticamente los niveles de aceite y debe ser atendida de inmediato sustituyendo la tapa de válvulas.

La filtración de aceite

A diferencia de un sistema de escape, la filtración de aceite es muy común en vehículos con más de 30.000 millas (48.000 km) recorridas. Una pequeña filtración en la junta de la válvula atraerá polvo o arena que podría agravar este problema ocasionando una fuga por completo. Si bien es una molestia, no es necesario que cambies la junta de la válvula que está experimentando la filtración. Esto puede ser controlado y si luego se convierte en una fuga, la junta deberá ser reemplazada.

Motor humeante

El aceite que se está fugando del motor a través de la junta de la válvula defectuosa durante la conducción puede quemarse por el calor del motor. El humo gris que sale del capó del vehículo mientras éste marcha en vacío puede ser una señal de que la junta de la válvula está bien rota, suelta o falta por completo. Dado que esto puede afectar los niveles de aceite y la capacidad del motor para funcionar, debes apagarlo inmediatamente y llevarlo para que lo revise un mecánico profesional para reemplazar la pieza y verificar los daños en el motor.