El humo que sale del tubo de escape de tu automóvil te puede decir mucho sobre el estado del motor, sistema de enfriamiento, transmisión y otras partes de tu auto. Si no tienes el hábito de revisar el humo de escape, es una buena idea comprobarlo de vez en cuando. A veces, las nubes de humo azul, negro o blanco que sale del tubo de escape será difícil pasarlo por alto. Otras veces, el humo puede ser un poco más sutil y fácil de pasar por alto.

Revisa el tubo de escape

Cuando arranques tu auto, incluso si todo parece estar funcionando normalmente, toma un minuto para ver el humo que sale del tubo de escape. El mejor momento para hacer esto es a primera hora de la mañana. Los problemas de humo se manifiestan por primera vez cuando el motor está frío. Si hay un pequeño problema, no puedes ver el humo una vez que el motor está caliente. A medida que examinas la parte de atrás de tu auto, utiliza la nariz y los ojos. Mete el dedo en el tubo de escape y huele la descarga. Si el humo huele a dulce o detectas el olor del anticongelante podría haber un problema, incluso si no ves el humo blanco.

Humo blanco

Si ves humo blanco que sale del tubo de escape, es porque tiene una fuga de junta de culata o una junta de culata agrietada. Si sólo hay una fuga en la junta, el problema debe ser relativamente fácil y barato de solucionar, pero si el problema es una junta de culata rota, probablemente la reparación será mucho más complicada y costosa. Si el problema es una fuga en la cabeza de la junta del cilindro verás humo blanco, porque la junta defectuosa permite que el aire y el combustible entren en el sistema de refrigeración. A medida que esta mezcla se quema, el humo blanco se produce y sale por el tubo de escape. Si estás familiarizado con la ubicación de la junta de la culata puedes comprobarlo tu mismo, de lo contrario lleva el auto a un mecánico y pídele que revise que el empaque no esté dañado.

Otros signos

Antes de ver el humo blanco que sale del tubo de escape, puedes haber notado otros signos de problemas. Uno de los signos de advertencia más comunes es tener que añadir agua o refrigerante para el motor. En circunstancias normales, no deberías tener que añadir líquido refrigerante o agua para el sistema de refrigeración de tu auto. Si compruebas el nivel y llenado de líquido sobre una base regular, algo anda mal. También puedes encontrar que tu auto está sobrecalentado. Este sobrecalentamiento es causado por el líquido refrigerante que se escapa en el combustible y puede manifestarse mucho antes de que veas la primera bocanada de humo blanco del tubo de escape.