El propósito de los amortiguadores

El trabajo de un amortiguador es exactamente ése: suavizar los golpeteos comunes en la conducción diaria. Estas piezas amortiguan los efectos del terreno áspero, así como también el movimiento de rebote leve que se produce debido a la elasticidad de la cubierta del neumático.

Hidráulica y amortiguadores

Si tu amortiguador tiene una fuga, es probable que esté perdiendo de líquido hidráulico. Tu amortiguador está compuesto de un cilindro lleno de líquido con un pistón deslizante en su interior. El pistón absorbe energía a través de una fricción viscosa, que se produce cuando el fluido hidráulico lo presiona y disminuye su movimiento. Un amortiguador con fugas es defectuoso porque tiene menos fluido hidráulico, lo que proporcionará cada vez menos fricción viscosa con el tiempo. Si tienes uno con pérdidas deberás reemplazarlo inmediatamente.

Consecuencias de unos amortiguadores defectuosos

Debido a que los amortiguadores hacen que manejar sea placentero, muchas personas piensan que los que están defectuosos no necesariamente tienen que ser reemplazados, después de todo a uno no le importarían unos cuantos golpeteos mientras conduce. En realidad, la conducción con amortiguadores defectuosos puede ser extremadamente peligrosa. Cualquier golpeteo puede quitarle el balance al auto, haciendo que se pierda el control. Ir por senderos que atraviesan un ferrocarril, atravesar baches o incluso badenes puede ocasionar un accidente automovilístico. Si el amortiguador está goteando, debe ser reemplazado inmediatamente.